domingo, 21 de mayo de 2017

Implosión

Hoy he implosionado, he tornado en un ser etéreo.
Un ápice de materia sin memorias que valgan la pena.
Solo una brizna de hierba reseca.
Y en el caso de que tuviera alma, díganle que se lo pase bien por ahí de fiesta.

La antimateria me da la espalda al trazarse el boceto del alba.
"Demasiado poco probable, y me refiero a tu existencia, muchacho.
Sería una ofensa llamarte siquiera el fruto de una hipótesis".
Y que razón tiene.

Dicen que las palabras no forjan mundos, con lo que discrepo.
Que el hombre, al igual que el perro, solo habla para expresar la ira o el miedo.
Dicen que el placer, como la felicidad solo se hayan en el silencio.
A veces pienso que de ahi vienen mis ganas de gritar.

Me parece gracioso hasta un punto extrapolado a mi humanidad que la gente piense que estoy bien.
Que las cosas son faciles.
Que ese monstruo se ha ido ya.
¿Queréis un adelanto? Nadie sabe nada, y mucho menos yo.



Haceos a la idea, la vida es una basura.
La gente a tu alrededor, en tu ámbito más íntimo no sabe o no quiere saber nada de ti.
Se contentan con suponer y despotricar que me pasa esto o aquello.
Que todo en mi está mal, y, bueno, no están equivocados del todo.

No del todo no significa que no lo estén.
Si no te gusta como estoy, más bien como soy, rásgate las vestiduras y tírate de las barbas.
Aguanta lo suficiente como para que, con suerte, acabe saliendo de tu vista.
Pero no trates de moldearme, porque la única persona que puede cambiarme soy yo.

Ya no disfruto de las noches, la vista se nubla antes de tiempo.
Últimamente solo el sonido del cuervo me relaja.
Todo lo demás me chirría entre los tímpanos y la supernova de mi cabeza.
Cada vez se expande más y más, ¿verdad?

Solo el tiempo dirá si podré mecerme entre plumas azabache
Durante el resto de mis noches.